Descripción del Forjado Chapa Colaborante MT-76
El forjado colaborante MT-76, también conocido como forjado compuesto, es una chapa grecada de acero galvanizado que se caracteriza por la altura de su perfil, incluidas las colas de milano. Este tipo de forjado se denomina “colaborante” porque facilita la adherencia entre el acero y el hormigón, lo que ayuda a resistir las tensiones generadas por las cargas y previene el deslizamiento entre los materiales.
Esta chapa metálica es una solución económica, ya que permite ahorrar tiempo en la ejecución de la obra y reduce el uso de materiales y estructuras adicionales. Está diseñada para aplicaciones en edificios con estructuras metálicas de grandes dimensiones y espacios amplios. Por ello, las chapas colaborantes se utilizan comúnmente en edificios industriales, oficinas, hospitales, centros de ocio, universidades, laboratorios y centros comerciales.
Las ventajas de utilizar este material son numerosas: reemplaza el encofrado perdido de madera, sirve como plataforma de trabajo, ofrece protección y seguridad contra la caída de objetos, soporta las cargas durante el proceso de hormigonado, facilita la circulación sin necesidad de apuntalamientos típicos de un encofrado convencional, reduce el grosor del forjado útil, disminuye los pesos muertos y el costo total de la estructura metálica.
Características técnicas
Características constructivas y de montaje
El forjado colaborante MT-76 se distingue por su perfil grecado con colas de milano de aproximadamente 76 mm de altura. Presenta un paso de onda de 293 mm, con un ancho de cresta de 164 mm y valles de 129 mm. El alma tiene una profundidad de 3.5 mm. Los nervios en la parte superior de la chapa garantizan una conexión óptima con el hormigón y facilitan un solape continuo, proporcionando estabilidad y resistencia adicionales.
En cuanto a la unión del forjado compuesto con la estructura, esta puede realizarse mediante tornillos, clavos o soldadura. La elección del método dependerá de las decisiones y cálculos realizados por el proyectista.
Es recomendable respetar las medidas mínimas especificadas para cada situación, en relación con las condiciones de apoyo de las chapas en las vigas. Además, es importante fijar cada chapa a medida que se va montando y verificar que todas estén correctamente aseguradas al finalizar el montaje.