Detalles:
| Tipo de Producto: | Chapa de Forjado colaborante MT-100 |
| Acabado: | Galvanizado |
| Espesor: | 0.75 mm, 0.8 mm, 1.0 mm, 1.2 mm |
| Material: | Acero |
| Canto de Perfil: | 100 mm |
| Ancho útil: | 675 mm |
| Largo: | Corte a medida. Tamaño mínimo de corte: 1600 mm. Tamaño máximo de corte: 12000 mm. |
| Pedido mínimo: | A consultar |
| Plazo de entrega: | A consultar |
| Uso: | Forjado colaborante. |
| Reacción frente al fuego: | Clase A1 según norma UNE 13501-1 |
Descripción Chapa Colaborante MT-100
La chapa colaborante MT-100, también conocida como forjado compuesto o forjado colaborante, es una chapa grecada de acero galvanizado que se distingue por la altura de su perfil. Se denomina colaborante porque facilita la adherencia entre el acero y el hormigón gracias a las indentaciones en los flancos inclinados del perfil de acero galvanizado.
Este tipo de chapa metálica evita el deslizamiento entre el acero y el hormigón, y es capaz de soportar las tensiones generadas por las cargas. Es una solución económica que permite ahorrar tiempo en la ejecución y reducir el uso de materiales y estructuras en la obra.
El forjado de chapa colaborante está diseñado para edificios con estructura metálica y grandes espacios. Es ampliamente utilizado en la construcción de edificios industriales, almacenes, oficinas, edificios terciarios, grandes edificios públicos, centros comerciales y centros deportivos.
Sus ventajas incluyen la reducción del volumen de hormigón y la cantidad de armadura, el ahorro de costos y tiempo de ejecución, la sustitución del encofrado perdido de madera, el uso como plataforma de trabajo, la seguridad contra la caída de objetos y la capacidad de soportar cargas durante el proceso de hormigonado, entre otros.
Características técnicas
Características constructivas y de montaje
El forjado colaborante MT-100 se distingue por su perfil grecado de 100 mm de altura. Presenta un paso de onda de 225 mm, con un ancho de cresta de 132,5 mm y valles de 65 mm. El alma tiene una profundidad de 3.5 mm. Los nervios en la parte superior de la chapa y las indentaciones en los flancos garantizan una conexión óptima con el hormigón, además de facilitar un práctico solape continuo, lo que proporciona estabilidad y resistencia adicionales.
La unión del forjado compuesto con la estructura puede realizarse mediante tornillos, clavos o soldadura, dependiendo de las decisiones y cálculos realizados por el proyectista. Es importante respetar las medidas mínimas recomendadas para cada situación, considerando las condiciones de apoyo de las chapas en las vigas. Además, se debe fijar cada chapa a medida que se va montando y verificar que todas estén correctamente aseguradas al finalizar el montaje.
